miércoles, 21 de septiembre de 2011

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Hoy es uno de esos días en los cuales quiero arrancarme el corazón, borrarme la memoria o de plano no haber despertado esta mañana... No puedo entender cómo he hace Don para ser un perfecto imbecil y no entiendo como puedo ser yo tan imbecil también...
Osea cada vez que Don le pone el cuerno a su novia conmigo me siento mas culpable yo que él, yo soy la que termina lastimada, yo soy la que termina llorando en los rincones, pero él ... tan fresco como una lechuga recién cortada... No entiendo cómo se puede ser tan falto de corazón y yo cómo puedo estar tan falta de cerebro como para sentirme mal por una Tipa cuyo novio no se preocupa por ella, como puedo serguir hablandole a un imbecil, claro hasta parece... no no no...me gusta la mala vida por lo que veo.
De hecho hoy entendí, que Dios me ama tanto que no permite que un imbecil como Don profane mi vida, se imaginan... osea si le pone el cuerno a la novia... y si yo fuera su novia evidentemente me lo pondría a mí, por qué... pues porque son patrones de conducta. Se imaginan... yo no podría perdonarlo...ahora que me hago tonta porque pues no es mi novio, en sí yo no engaño a nadie que no sea a mi misma, y la mera verdad es doloroso engañarse a si mismo porque es como si tuvieras tu propio negocio y te autorobaras.
Claro que le pregunté a Don que que rollo que si no se siente mal por hacer eso, el muy cínico me contestó que no tiene conciencia y que no quería hablar de eso. Sin embargo, aunque no quiera hablar de eso, no por eso cambia la realidad y su realidad es que es un embustero, mentiroso, falso que no tiene corazón. Si quiere a su novia de verdad, pues luego luego que me diga y yo me alejo así como con mi adorado Pepe o con Melkor, pero está al estira y afloja  que sí que no. De hecho me viene a la mente el comentario del buen amigo Xander: "Somos nosotros quienes tenemos la culpa de esa cuestión... el idealizar a quien pretende bajarnos la luna y las estrellas cuando él mismo ni siquiera puede con su sol"
Llegará el día en que Don no pueda con su propio sol de mentiras y justificaciones para sus actos, llegará el día en que no pueda dormir tan sólo por pensar en que dañó a dos almas, bueno al menos a la mía sí, porque yo si quise quererlo bien y todo, pero pues no, y que lástima porque la mera verdad creo que yo sí me la habría pasado chido con él.
Llegará el día y espero estar muy lejos de aquí cuando eso suceda, porque la mera verdad no quiero ver como se destruye el alma de la persona a quien alguna vez amé...
Se  destruye... perdón... se despide su un tanto desmotivada, descorazonada, deshauciada Pandora de Liocourt.

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