Y ahí estaba yo, parada en medio de aquella habitación casi vacía, recordando mi infacia dentro de aquella casa que alguna vez tuvo esplendor. Mi mirada ausente se posó sobre los detalles mas insignificantes de la pared, una mancha, una telaraña, una fotografía de 1996. La contemplé pensando en trivialidades, cuando de repente sentí esa sensación que te deja anclado en el piso como si te hubiera caído un balde de agua fría. Caminé en dirección a esa imagen que había llamado mi atención, ví sus ojos y su sonrisa, poco a poco desvié la mirada hacia la fotografía colocada a la izquierda de la misma.
En ese instante imaginé que estaba a punto de abrir la puerta de algun conocimiento, cuando decidí no seguir haciendo conjeturas y arrojé de mi mente todas aquellas suposiciones que de ser verdad... en realidad no afectarían en absoluto el cariño que tengo por esa persona que ha llenado de felicidad mi vida en los últimos tres años...
¿Qué es la verdad?...Hoy para mí, es sólo una cuestión de enfoque.
Me gustó bastante esta entrada. Muy buena redacción.
ResponderEliminarY a fin de cuentas, muchas veces, también yo llego a esa misma conclusión: la verdad es una cuestión de enfoque. Personal.
Gracias amigo y sí, ya te echaba de menos tanto aquí como en tu blog. Saludos!!!
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